El retraso de tres años en la conexión de la alta velocidad entre España y Francia tiene un precio. TP Ferro, el consorcio integrado por ACS y Eiffage para construir y explotar el tramo del AVE comprendido entre Figueras (Gerona) y Perpiñán (Francia) estima que alrededor de 80 millones de euros es la contraprestación que merece por las pérdidas que le va a suponer la demora de la puesta en marcha de la infraestructura, prevista inicialmente para el año 2009.
Así lo expresó ayer el director general de Eiffage, Benoit Heitz, quien se mostró «a favor» de los principios de acuerdos con el Gobierno español a falta de que «se formalicen». El coste total de las inversión en la línea asciende a 1.096 millones de euros, de los que 588 millones corresponden a subvenciones públicas. «No me cabe duda de que llegaremos a un punto de encuentro sobre las indemnizaciones que satisfaga a todas las partes», señaló Heitz a este diario.
Según lo previsto, los formalismos del acuerdo entre el consorcio TP Ferro y los gobiernos español y francés llegarán de aquí a un año, pero habrá que esperar al final de las obras para que se aclare la cuantía de las indemnizaciones.
La alta velocidad conectará con Francia en 2012, por lo que las pérdidas de la concesionaria TP Ferro ascenderán a unos 20 millones anuales más intereses como consecuencia de la demora prevista de tres años que les es completamente ajena, después de que se haya retrasado hasta 2012 el tramo que enlazará Barcelona con Perpiñán.
Según las estimaciones de la concesionaria, por la línea iban a circular unos 60 trenes diarios. A razón de 1.350 euros por cada uno de los convoyes de pasajeros y 650 más por los de mercancías, «salen entre 50 y 60 millones de euros» de indemnización por el retraso entre 2009 y 2012. «El problema serán los intereses», apostilló el director general de Eiffage.
Unas horas después, la ministra de Fomento prefirió eludir este asunto porque «hasta que no terminen las obras no se sabrá quién se ha retrasado». Magdalena Alvarez hizo estas declaraciones al término del acto de inauguración del cale -perforación- del túnel de Le Pertus, que forma parte de la línea de alta velocidad Figueras-Perpiñán. La titular de Fomento, que llegó con un retraso de una hora, señaló que, aunque son las constructoras las que fijan los contratos, el Gobierno español «nunca va a tener que pagarle nada a Francia, como algunos dicen».
Tras posar largamente ante las cámaras junto a los obreros de la máquina perforadora del túnel, Alvarez anunció, de manera sorprendente y sin entrar en detalles, que la alta velocidad conectará con Francia en 2010, dos años antes de que entre en funcionamiento. Y es que serán algunos trenes de altas prestaciones de Renfe -como el Alvia y el Altaria- los que podrán cruzar la frontera a través del túnel, tras una previa reforma de determinados tramos del trayecto entre Barcelona y Figueras.
En un principio, la adaptación de las vías al ancho internacional para aprovechar el túnel de Le Pertus sólo debía utilizarse para trenes de mercancías y algunos pocos de pasajeros.
UN ARGUMENTO MILLONARIO
1. Periodo. Fomento anunció este año que el AVE se retrasaría tres años más en su llegada a Francia, por lo que el túnel no tendrá servicio hasta 2012.
2. Paso de convoyes. Está previsto que 60 trenes crucen la frontera a través de Le Pertus cada día, lo que supone más de 65.000 trenes en tres años.
3. El peaje de los trenes. Cada tren de pasajeros pagará 1.350 euros por cruzar el túnel, mientras que los de mercancías abonarán 650 euros.
4. Los intereses. La compañía contempla el cobro de intereses a las administraciones y prevé que este punto sea el más complejo.