Con mucha voluntad y convicción, dos centenares de militares se concentraron ayer en Madrid frente al Ministerio de Defensa, en la primera protesta convocada y protagonizada en la democracia por miembros de las Fuerzas Armadas.
La responsable fue la Asociación Unificada de Militares Españoles (Aume). El motivo, el arresto de su presidente, Jorge Bravo, que hoy sale del centro disciplinario en el que ha estado interno 40 días por participar en una manifestación el pasado mes de enero.
Desafiando el intenso frío que caía sobre la capital, a las 12.00 horas los militares se colocaron caretas de Bravo con la boca sellada con esparadrapo, cogieron sus pancartas y, sin hacer mucho ruido, corearon su nombre.
Se quería agradecer al presidente de AUME su «sacrificio personal» en la defensa de «derechos básicos» para los militares y que haya «puesto los intereses de los demás por encima de los suyos», según dijo el secretario general de la asociación, Mariano Casado.
Entre los asistentes se respiraba la emoción por participar por primera vez en una movilización de protesta y se hablaba de «día histórico». Conscientes de la disciplina que les impide hacer ostentación de su condición, ningún asistente se vistió con el uniforme y el tono fue muy comedido.
Según aseguraron miembros de AUME, esta semana se ha advertido en los cuarteles que la convocatoria era de «dudosa legalidad» y que «se grabaría el acto». Los organizadores dijeron ayer que no esperan que haya sanciones y que la protesta era legal. No obstante, hubo pocos gritos y ninguna salida de tono, y en todo momento los oradores hablaron de «ciudadanos uniformados», no de militares.
AUME, que tiene 2.000 afiliados, reclama una ley de derechos y libertades de los militares -prometida y no realizada por el Gobierno- y que se permita el asociacionismo en el Ejército.
Pese a la aparente escasa participación, Casado habló ayer de auténtico «éxito» y transmitió la idea de que esto ha sido sólo un primer paso, que el asociacionismo militar llegará antes o después y que habrá más movilizaciones -la primera, ya anunciada, será un homenaje a Jorge Bravo-.
El acto estuvo secundado por CCOO y UGT, la Asociación Unificada de Guardias Civiles, el Sindicato Unificado de la Policía, IU, Movimiento contra la Intolerancia, la asociación de militares europeos Euromil e incluso la Asociación de Sargentos Portugueses.
El momento más emotivo lo protagonizó la hermana de Jorge Bravo, que leyó entre sollozos una carta escrita desde prisión por su hermano, en la que agradecía los apoyos recibidos y manifestaba su intención de «seguir ayudando con más fuerzas que nunca».
El Ministerio de Defensa, tras una semana en la que ha rebajado la importancia del acto, se limitó ayer a señalar que de los 125.000 militares profesionales sólo habían participado «100 personas».
elmundo.es
Vídeo:
Vea las imágenes de la protesta.
Manifiesto:
Lea las reivindicaciones de los militares.
REIVINDICACIONES
«El impulso de una ley de derechos y libertades de los militares».
«Que se permita el asociacionismo en las Fuerzas Armadas».
«Que los militares tengan reconocidos derechos constitucionales».
«La libertad de Jorge Bravo».