Domingo, 25 de noviembre de 2007. Año: XVIII. Numero: 6552.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Mercados
Crónica
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Un presidente debe tener el corazón en la cabeza (Napoleón)
 ESPAÑA
MARIANO RAJOY / Presidente del PP
«Después de tres años y medio, he demostrado que puedo ser presidente de España»
A 100 días de las elecciones generales, está seguro de la victoria del Partido Popular. Se define como un político «moderado» y no tiene ningún inconveniente en gobernar en solitario, aunque esté en minoría. Si gana, cambiará la ley para que la lista más votada sea la que tenga las alcaldías
CASIMIRO GARCIA-ABADILLO

MADRID.- Si alguna vez ha tenido confianza en ganar, es precisamente ahora. El líder de la oposición, al que se le ha acusado desde el PSOE de no haberse ganado el puesto, al haber sido designado a dedo por José María Aznar, ha tenido que pelear contra viento y marea. Su liderazgo ha sido cuestionado, tanto fuera como dentro del partido. Pero los datos ahí están. El PP no sólo no se hundió tras el 14-M, sino que, a tres meses de las elecciones, tiene tantas posibilidades de ganar como el PSOE. Y las elecciones municipales son su mejor aval.

Publicidad
Sus ojos, su gesto, tradicionalmente impasible, se ilumina con una cierta autosatisfacción cuando recuerda la dureza de estos años. Ahora, piensa Mariano Rajoy, ya nadie puede cuestionar que estamos ante un hombre que sabe hacer frente a las dificultades. Ante alguien que puede ser digno presidente de España.

PREGUNTA.- A 100 días de las elecciones generales, ¿qué posibilidades reales tiene usted de ganar?

RESPUESTA.- Sinceramente, creo que el PP va a ganar las elecciones. Lo creo.

P.- ¿Usted se definiría como un político de derechas?

R.- Yo soy un moderado que cree que un gobernante debe comportarse con prudencia, lo que no es incompatible en ocasiones con la audacia. Defiendo fundamentalmente la libertad hasta su último extremo y la igualdad de los españoles en derechos, en oportunidades y en obligaciones. Eso es lo que soy.

P.- La izquierda ha insinuado que el PP no acepta la Ley de la Memoria Histórica porque no quiere abjurar del franquismo. ¿A usted qué le parece Franco?

R.- De entrada, algo muy lejano. No tengo ningún pariente franquista. Podría tener muchos, porque nadie elige ni a su padre, ni a su madre, ni a sus abuelos. Los hubiera querido igual porque serían mis parientes, pero tanto por parte de madre como por parte de padre no tengo ningún pariente franquista. Los he tenido en otro lado. Yo estoy en contra de las dictaduras, creo en la democracia, creo en la libertad. Es lo que siempre he vivido en mi casa. Pero, sobre todo, creo en el entendimiento y en la concordia. Eso lo hemos mantenido los españoles durante 30 años y fue una decisión básica y fundamental. Por eso, mi programa electoral parte de la idea de ese nuevo consenso para recuperar la concordia e ir a un proyecto común, como en un determinado momento en España fue la Transición.

P.- Pero a usted Franco no le gusta...

R.- No, Franco no me gusta. Oiga, cuando murió Franco yo tenía 20 años. A a mí me gustan las democracias y me gustan los regímenes con libertad. Hablar de Franco en este momento es hablar de la Prehistoria.

P.- El PSOE ha pretendido crear un cordón sanitario alrededor del PP. ¿Usted podría contar con los apoyos de partidos nacionalistas como CiU o el PNV si los necesitase para gobernar?

R.- Me voy a dirigir durante la campaña electoral a los españoles y les voy a convocar a un proyecto nacional sobre tres bases: entendimiento, concordia y convertir a España en una economía puntera en el mundo. José Luis Rodríguez Zapatero ha dicho que, si él no gana las elecciones, no va a intentar formar gobierno. Yo tampoco lo voy a hacer. Por tanto, si ambos cumplimos nuestra palabra, el partido más votado va a ser el que gobierne. Lo primero que voy a hacer cuando gobierne para trabajar por ese nuevo consenso es llamar a la oposición para hablar de tres o cuatro cosas: España, política antiterrorista, política exterior y consolidación y modernización de nuestro sistema de protección social. Luego, ya veremos cómo gobierno.

P.- Es decir, ¿usted no tendría ningún inconveniente en gobernar en solitario aunque esté en minoría?

R.- No tendría ningún inconveniente y no sería la primera vez que se hiciera en España.

P.- Usted ha reiterado su intención de hacer modificaciones constitucionales si gana las elecciones para mantener el modelo de Estado pactado en la Transición. ¿En qué medidas está pensando?

R.- Bueno, en primer lugar, que no se reforme ningún estatuto de autonomía sin el acuerdo de las dos terceras partes de los diputados en el Congreso. Creo que tenemos que cerrar el modelo de Estado. Somos el único país del mundo donde el modelo de Estado está permanentemente abierto. España necesita estabilidad y seguridad. Sin esas condiciones es muy difícil poder dedicarnos a lo verdaderamente importante, que es mejorar el bienestar y la riqueza de la gente.

P.- El problema es que los nacionalistas se van a oponer a esos cambios constitucionales. Usted necesitará un acuerdo muy sólido con el PSOE.

R.- Es evidente que cualquier reforma constitucional requiere el acuerdo de los dos grandes partidos nacionales, y es evidente que se puede hablar con los nacionalistas para invitarles a que hagan una reflexión. El PSOE y el PP representan a la inmensa mayoría de los españoles. No podemos estar pensando sólo en los deseos de los nacionalistas, porque entonces es imposible construir lo que la mayoría pretende.

P.- Usted también está insistiendo mucho en la necesidad de cambiar el sistema electoral para evitar lo que ha calificado de «chalaneo».

R.- Haré dos cosas. Una de ellas, que no requiere modificación alguna de la Constitución, es cambiar la ley para que la lista más votada sea la que tenga las alcaldías, siempre y cuando tenga una determinada proporción de votos y una determinada diferencia sobre el segundo. Es decir, no es lo mismo que las listas tengan el 26%, el 25%, y el 24% de los votos, o que una lista tenga el 40% y otra tenga el 25%. En su día fijaremos cuál es el porcentaje de votos y la diferencia sobre el segundo. Por tanto, el alcalde debe ser el cabeza de la lista más votada.

En el tema de las elecciones generales, voy a encargar a una comisión de expertos que, en el plazo de un año desde que ganemos las elecciones, haga una serie de propuestas que llevaré a las Cortes Generales y que intentaré aprobar con el máximo consenso posible.

P.- ¿Ese cambio que piensa llevar a las Cortes también tendría que ser aprobado por dos tercios?

R.- Soy partidario de que las reglas de juego se aprueben por el mayor número de votos posibles. Desde luego, si ello exige una reforma constitucional, requeriría los dos tercios.

P.- ¿No cree que todos estos mensajes crean en el PNV y en CiU la sensación de que con ustedes es imposible pactar y de que sólo van a poder llegar a acuerdos con el PSOE?

R.- Los acuerdos que ha tenido CiU con el PSOE han sido absolutamente nefastos para CiU y muy malos para Cataluña. Todos recordamos que CiU ganó las elecciones y si no gobierna es por las decisiones del PSOE. Los acuerdos con el PSOE han sido muy negativos para los partidos moderados. Yo puedo entenderme con CiU en algunas cosas y es evidente que en otras tendremos discrepancias.

P.- Una de las situaciones que los ciudadanos entienden menos en estos momentos y que achacan al enfrentamiento político es la parálisis del mundo judicial.

R.- El PSOE ha roto el pacto de Estado que nosotros impulsamos cuando teníamos mayoría absoluta. En esta legislatura, se ha interrumpido el proceso de modernización de la Justicia y se ha avanzado en el proceso de ruptura de la unidad del Poder Judicial único para toda España. Hay en marcha proyectos sobre la reforma de la casación, con sustitución del Tribunal Supremo por los tribunales superiores de justicia autonómicos... Pero lo más grave es que se ha cuestionado el imperio de la ley, porque el fiscal ha pedido que se adaptase a las circunstancias políticas del momento.

P.- ¿Qué haría usted con el Consejo General del Poder Judicial, cuya renovación lleva parada un año?

R.- Si gana el PP, la elección del Consejo General del Poder Judicial se hará con el procedimiento habido antes de que el PSOE rompiera unilateralmente el consenso. Doce de sus 20 vocales serán elegidos entre los jueces. Este sistema, según el Tribunal Constitucional, sirve para afirmar más la independencia de la Justicia. Vamos a reforzar, en contra de lo que algunos pretenden, las competencias del Consejo General del Poder Judicial como órgano previsto en la Constitución.

P.- ¿Pretende hacer de la Justicia uno de los ejes de su política de reformas?

R.- Sin duda. Vamos a fortalecer al Tribunal Supremo para que haya un recurso de casación en toda España, porque eso es lo que garantiza la igualdad de los españoles. Sin ese recurso de casación, los españoles seremos desiguales ante la ley. También vamos a reformar el Estatuto del Ministerio Fiscal. La llamada enmienda Bermejo, que hace desaparecer al Consejo Fiscal en los nombramientos, será suprimida. Queremos devolver al Consejo Fiscal su papel, despolitizar los nombramientos y garantizar la unidad jerárquica. Asimismo, vamos a reforzar el modelo de juez provisional previsto en la Constitución, su carácter nacional y el sistema de acceso por oposición libre que garantice el mérito y capacidad, porque eso es garantizar la igualdad de los españoles. Vamos a aprobar una ley de enjuiciamiento criminal, porque la actual es del siglo XIX, para que haya una celebración rápida de juicios penales y se incluya la generalización de la segunda instancia.

P.- ¿Y respecto al Tribunal Constitucional?

R.- Vamos a reintroducir el recurso previo de inconstitucionalidad en el caso de los estatutos de autonomía. También vamos a fijar plazos para la resolución de los recursos de inconstitucionalidad, porque la media es hoy de ocho años y eso no es aceptable. Asimismo, introduciremos el amparo ordinario para garantizar derechos fundamentales ante los tribunales ordinarios. Creo que es una fórmula eficaz de liberar al TC de muchísimo trabajo que tiene que hacer en este momento. El objetivo de todas estas reformas es reforzar la independencia judicial y garantizar la igualdad de los españoles ante la ley.

P.- Algunas de las modificaciones que usted plantea chocan directamente contra lo establecido en algunos estatutos de autonomía, por ejemplo el de Cataluña.

R.- Todo eso está recurrido ante el TC. Si en algo creo es en defender la igualdad de los españoles ante la ley.

P.- Si ustedes ganan las elecciones sin mayoría absoluta y necesitan el apoyo de CiU, y este partido lo condiciona a la retirada del recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto, ¿ustedes lo retirarían?

R.- Si alguien pretende poner esa condición es que no quieren pactar con nosotros.

P.- En su discurso del pasado domingo, usted se comprometió a garantizar la enseñanza en castellano en toda España. Esto significaría recortar las competencias que tienen las comunidades autónomas en la Educación.

R.- En mi discurso del pasado domingo dije que la Constitución no era sólo el Título Octavo, sino también el Título de Derechos y Deberes; y hay un derecho constitucional a que todo el mundo pueda recibir la enseñanza en la lengua oficial. España es hoy el único país del mundo donde no está garantizada la educación en lengua oficial en todo el territorio. Por lo tanto, haré una ley para que cualquier ciudadano que quiera estudiar en español lo haga.

P.- Usted también prometió que, si gana el PP, las personas que ingresen menos de 16.000 euros al año no tendrán que hacer la declaración de la Renta. ¿Se eliminarán las retenciones en las nóminas a esas personas?

R.- Sí. Nuestra intención es que los ciudadanos que ganen menos de esa cifra, que son en su mayor parte jóvenes, no tengan retenciones por el IRPF en sus nóminas, lo que supondrá que ingresarán más dinero a final de mes.

P.- Pero el ministro Solbes ha dicho que esa reforma es inviable porque supondría un recorte de ingresos para el Estado de 25.000 millones de euros.

R.- Si fuera sólo por el coste inmediato, no se llevaría a cabo ninguna reforma. En 1998, el PSOE también dijo que la reforma fiscal que hizo el Gobierno del PP supondría recortes para el Estado del Bienestar. No fue así, sino todo lo contrario. Le voy a dar algunos datos. Al año siguiente de la aplicación de aquella reforma, en 1999, se produjo una ligera caída de la recaudación por IRPF; pero, en 2000, los ingresos aumentaron un 13,2%, y en 2001 aumentaron de nuevo otro 11,8%. La reforma no sólo proporcionó más ingresos al Estado, sino que dinamizó la economía.

P.- ¿Cree que Zapatero ha modificado su política antiterrorista como consecuencia de la derrota electoral del PSOE en las municipales?

R.- La ha modificado fundamentalmente porque ETA rompió el diálogo con él. Fue ETA quien, a través de un comunicado, dijo que Rodríguez Zapatero no estaba cumpliendo sus compromisos. Ahora, dicho eso, Rodríguez Zapatero no transmite la credibilidad, ni la seguridad de que no va a volver a las andadas.

P.- ¿Usted tiene la convicción de que, si ganara el PSOE, Zapatero volvería a intentarlo?

R.- Sí, yo creo que sí, entre otras cosas porque Rodríguez Zapatero nunca se ha pronunciado sobre este asunto de la misma forma que lo he hecho yo. Basta con que diga que él no va a volver nunca a negociar con ETA. Mi intuición es que Rodríguez Zapatero cree que la tesis de la negociación es una buena tesis. Y eso es darle la única esperanza que tiene ETA, que alguien se avenga a negociar sus objetivos políticos a cambio de dejar de matar.

P.- El presidente del Gobierno se refirió este fin de semana al terrorismo y se comprometió a no utilizarlo en la campaña electoral. ¿Qué va a hacer usted?

R.- En la campaña electoral lo que diré es lo que voy a hacer en la lucha contra ETA y lo que no se debe hacer. En los últimos tiempos, las únicas peticiones que he hecho sobre este asunto es que se inste a la ilegalización de ANV y del Partido Comunista de las Tierras Vascas.

P.- ¿El Gobierno a usted, como líder de la oposición, le da información sobre la lucha antiterrorista?

R.- De vez en cuando se produce alguna llamada del ministro del Interior a quien yo he nombrado responsable de estos temas. Pero tengo que decir que todo lo que hemos visto publicado, todo lo que se ha conocido, yo lo he conocido como la inmensa mayoría de los españoles: a través de los medios de comunicación.

P.- ¿Cuándo ha sido la última vez que ha hablado usted, aunque sea por teléfono, con el presidente del Gobierno?

R.- Pues cuando Marruecos retiró a su embajador. Me llamó para decir que estaba todo arreglado.

P.- ¿El presidente del Gobierno no ha hablado con usted, por ejemplo, del incidente de Hugo Chávez y el Rey?

R.- Ni una palabra, ni una palabra.

P.- Lo que seguramente sí va a salir en la campaña electoral es la Guerra de Irak. ¿Usted cree que el Gobierno del que formaba parte acertó con la decisiones que tomó?

R.- El entonces presidente Aznar tomó la decisión con los datos que tenía. El señor José Manuel Dur o Barroso ha dicho que él, con los datos que tenía, también apoyó la Guerra de Irak. Aznar adoptó esa decisión en defensa de los intereses generales de España. Es lo único que yo puedo decir. Las decisiones en política uno las tiene que adoptar en un momento concreto. ¿Ha acertado Rodríguez Zapatero estando ahora en Afganistán? ¿Ha acertado Rodríguez Zapatero mandando más de 1.000 soldados al Líbano? Yo le he apoyado en ambos casos porque defendía los intereses nacionales. Aznar tomó la decisión con los datos que tenía para defender el interés de España.

P.- ¿Ha cerrado definitivamente la página del 11-M?

R.- Sobre el 11-M hice una declaración muy clara el día de la sentencia, que, como es natural, he acatado. Recordé que los condenados habían sido detenidos por el Gobierno del Partido Popular y dije que apoyaría cualquier investigación que se pudiera producir en el futuro y que arrojara luz sobre este asunto. Si hay a quien no le gusta esto, pues que diga que él no apoya ninguna investigación que pueda arrojar luz sobre este asunto, pero que lo digan con meridiana claridad. Ahora, no voy a hacer política con este asunto.

P.- Usted acaba de hacer una apuesta muy fuerte en política fiscal, anunciando una reducción importante de impuestos si gana las elecciones. ¿Eso significa que va a centrar más su campaña en el bolsillo que en la bandera?

R.- Mi campaña se centra en dos cosas: recuperar los consensos básicos que ha roto el señor Zapatero y trabajar para mejorar el bienestar y la riqueza de los españoles. La economía es un tema capital porque es la propia vida de la gente. Estos años hemos vivido de la herencia y de la inercia. Este Gobierno ha tenido aversión a hacer reformas. Al PSOE lo que le ha pasado es que se olvidó de que, cuando al reloj se le acaba la cuerda, hay que volver a dársela.

P.- Pero, ¿va a mantener su lucha, su defensa de la bandera como símbolo nacional?

R.- ¡Cómo no la voy a mantener! Hay una ley del año 1981, aprobada por las Cortes, que obliga a ello, a los socialistas incluidos. La hay en todos los países. Pero una ley cuyo incumplimiento no genera consecuencias jurídicas no es una ley. Por tanto, voy a plantear la tipificación, que implique la inhabilitación de quien, estando obligado a cumplir una ley, no lo hace.

P.- Se dice que en el PP hay halcones de derechas y palomas de centro. ¿Hay dos discursos en su partido?

R.- No, en el PP hay un discurso, que es el que hago yo. Lógicamente, algunos ponen más énfasis en unos asuntos y otros, en otros. Luego, es evidente que dentro de los partidos las cosas se ven con matices, pero en lo esencial estamos todos de acuerdo.

P.- Mucha gente daba por hecho después del 14-M que el PP se iba a hundir. Cuando faltan tres meses para las elecciones, sin embargo, su partido tiene muchas opciones de ganar. ¿Qué ha hecho usted para lograrlo?

R.- Le voy a decir una cosa: esta legislatura ha sido mala para España y me duele como español, pero creo que en ella se ha demostrado que aquí hay un partido político y que algunos, con muy pocas ayudas, hemos sabido mantenerlo. Gracias a los dirigentes del PP, gracias a sus militantes y a quienes han seguido creyendo en nosotros vamos a ganar las próximas elecciones. Malo como español, orgulloso como dirigente del partido.

P.- Si dependiera sólo de usted, ¿incluiría a Rodrigo Rato en las listas?

R.- Rodrigo Rato es amigo mío y un hombre de una extraordinaria capacidad. La pregunta se responde sola: sí. Pero, como usted ha dicho, no depende de mí. Hay que respetar sus razones.

P.- ¿Y Alberto Ruiz-Gallardón?

R.- ¡Ah!, bueno, sobre ese asunto y sobre las listas ya he dicho que hasta enero no hablaremos. Haré lo que convenga a los intereses generales de España y de mi partido. Primero, a los de España.

P.- ¿Sigue siendo Aznar un referente político para usted?

R.- Conocí a Aznar en 1990. Trabajé muy cerca de él, tanto en el partido como en el Ejecutivo, y le estoy muy agradecido porque me dio la oportunidad de ser ministro del Gobierno de España. Ha sido un extraordinario presidente del Gobierno. Pero Aznar, en este momento, ya no está en la política; estamos en otra etapa.

P.- ¿Usted consulta con él...?

R.- No, no, no. Yo hablo de vez en cuando con Aznar, como puedo hablar con otras personas importantes. Su experiencia es muy valiosa, pero Aznar no interviene para nada en la política del partido.

P.- ¿Qué ha sido lo más duro para usted en estos últimos tres años y medio?

R.- Lo más divertido ha sido ver cómo los pronósticos de algunos sobre lo que me iba a pasar después del año 2004 no se han cumplido. Lo más duro... bueno, ha sido una etapa dura, probablemente la más dura de mi vida política, pero también esa dureza ha demostrado que puedo ser presidente del Gobierno de España. A lo mejor antes algunos podían tener dudas, pero tres años y medio de superar dificultades han demostrado que puedo ser presidente del Gobierno de España; que estoy a la altura de la responsabilidad.

P.- Si un buen amigo suyo le pidiera consejo, ¿usted le recomendaría que entrara en política?

R.- Pues si tuviera vocación, sí. Porque la política es dura, pero mucho más duro es vivir con 400 euros o tener que abrirle el corazón a una persona, o tener que darle clase a 30 niños de tres años. A mí, desde luego, la política me compensa.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad