La esposa de Gómez Bermúdez convirtió el fulgurante acto de presentación -menos de media hora de intervenciones- en otro de disculpas y explicaciones. Primero, a los jueces y fiscales, a los que previamente expresó su «admiración»: «Si les he ofendido, mi intención nunca ha sido herirles, y si ha sido así me disculpo por ello».

A continuación, con más énfasis, a las víctimas. «Sólo una cosa me duele, las víctimas. Pido perdón de todo corazón si alguna víctima se ha sentido ofendida», dijo.

En el resto de su breve intervención, Beni introdujo varias referencias que mostraban su deseo de extender a los ausentes Guevara y García Nicolás los méritos que el libro atribuye a su marido. Así, habló en plural de la soledad de «los juzgadores», de que la sentencia es un «camino conjunto» del tribunal y de que lo que le impulsó a escribir fue el interés sobre cómo «tres hombres» habían afrontado el juicio.

Beni añadió que, aunque no podía actuar con «neutralidad» respecto al protagonista de la obra, sí lo había hecho «con honestidad», «sin mala intención» y ejerciendo su libertad «en un país democrático». La periodista no aceptó preguntas de los asistentes.

Ni siquiera los dos encargados de presentar la obra se sustrajeron a la crítica. Eugenio Galdón, presidente de Ono y durante un tiempo jefe de Beni, elogió la faceta periodística de la autora, pero reconoció que la soledad del juzgador era, «sin duda, discutible». «No me esperaba la polvareda que iba a levantar, y creo que ella, sinceramente, tampoco», dijo, mientras Beni apretaba algo más el gesto y bajaba la mirada.

Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, dejó a un lado a la autora y centró sus palabras en el Gómez Bermúdez. Recordó «la cantidad de veces que el magistrado ha ayudado a las víctimas del terrorismo». Recordó el tiempo que todos los viernes dedica a las víctimas y afirmó que «su trabajo ha servido para humanizar la justicia». Ya centrada en el libro, y después de elogiar la manera en la que Beni explica la actuación «extremadamente competente» de Gómez Bermúdez «y los otros dos jueces», Maite Pagaza reconoció que algunas partes de la obra podían resultar «indiscretas» y le habían «sobresaltado».

Quedaron sin escucharse las posibles críticas del catedrático de Ciencia Política y experto en terrorismo islamista Fernando Reinares, que se cayó en el último momento de la presentación.

Además de las magistradas de la Audiencia Nacional Manuela Fernández Prado y Angela Murillo -que llegaron con los discursos ya concluidos-, acudieron a la presentación cinco abogados del 11-M, tres de la acusación y dos de la defensa. Entre los primeros, el de la asociación presidida por Pilar Manjón, que en los últimos días ha lanzado numerosas críticas al libro. A Antonio Segura le acompañaban los abogados de la acusación Manuel Murillo y Gonzalo Boyé.

Del bando defensor, asistieron el letrado de El Egipcio, Endika Zulueta, y de Rafá Zouhier, Antonio Alberca. Este último, siempre optimista, llevaba un ejemplar del libro bajo el brazo. «Voy a ver si me lo firma para Rafa, que me lo ha pedido». Al final, Beni mandó «un saludo» para el confidente marroquí -condenado a sólo 10 años-, y limitó su mensaje al abogado. Con no muy buena letra, porque de camino a la salida Alberca aún intentaba descifrar la palabra clave de la dedicatoria, que por el contexto parecía un elogio al éxito que el juicio ha supuesto para la Justicia española.

elmundo.es

Vídeo: Vea la presentación del polémico libro.