El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, el ministro que más está discrepando del jefe del Ejecutivo a lo largo de esta legislatura, continuará cuatro años más si el PSOE gana las elecciones.
A cambio, Solbes ha arrancado a José Luis Rodríguez Zapatero poderes reforzados para proseguir su labor al frente del aparato económico del Ejecutivo. Concluyó así ayer, oficialmente, una negociación entre Zapatero y su ministro de Hacienda iniciada después del verano, cuando estalló la crisis crediticia internacional y comenzó la desaceleración de la economía española.
Solbes, de 65 años de edad, hizo ayer pública su decisión de aceptar la oferta para continuar como «vicepresidente económico» del Ejecutivo, aprovechando su intervención en un coloquio. Respondía así al ofrecimiento que, también en público, le hizo el propio Rodríguez Zapatero el pasado domingo durante un mitin del Partido Socialista celebrado en Madrid. «Pedro Solbes ha nacido para esto y todos queremos que siga en esto», afirmó el presidente ante el auditorio socialista y con el vicepresidente sentado en primera fila.
El vicepresidente anunció ayer también que asume su continuidad durante toda la próxima legislatura. Es decir, hasta marzo de 2012, en que contará con 69 años.
Fuentes gubernamentales subrayaron de inmediato a este diario la «satisfacción» que existe en el Palacio de la Moncloa por su continuidad y aseguraron que el presidente del Gobierno le ha ofrecido «una confianza reforzada».
No en vano, Solbes decidió seguir en el proyecto socialista después de hacerse querer unas semanas y tras explicar al presidente cómo quería seguir.
Una de las condiciones expuestas -que no impuestas- a Zapatero fue la de diluir -que no la de acabar-, las competencias y las interferencias de la Oficina Económica de La Moncloa, creada por el presidente del Gobierno para Miguel Sebastián al inicio de la legislatura.
El vicepresidente expuso abiertamente los problemas surgidos a lo largo de esta legislatura con la Oficina Económica de Zapatero en múltiples temas, y planteó que de continuar con la labor quería más autonomía para dirigir la política económica del Gobierno y de España. Zapatero, según las fuentes consultadas, estuvo receptivo a dichas críticas, y se comprometió a que no vuelvan a producirse en la próxima legislatura, si vuelve a ganar las elecciones.
Zapatero no dijo en ningún momento que prescindiría de la Oficina Económica de La Moncloa, pero dio a entender que tendría otras funciones en la próxima legislatura, destinadas a estudios estadísticos y económicos, además de a preparar discursos y argumentos al presidente del Gobierno para sus intervenciones parlamentarias y políticas.
Es decir, una Oficina Económica de carácter más técnico y con funciones más dirigidas hacia la figura del presidente del Gobierno.
Los votantes del PP
Algo parecido ocurrió en el primer Gobierno de José María Aznar, el primer presidente que creó una Oficina Económica, que fue dirigida por José Barea.
Los problemas que suscitó Barea en todos los ministerios y, fundamentalmente, con el entonces responsable económico del Ejecutivo, Rodrigo Rato, provocó su dimisión y nunca más se supo de este órgano del Gobierno.
De esta forma, Solbes tendrá manos libres para dirigir la economía del país y no se cometerán los errores que, a su juicio, se sucedieron en los dos primeros años de la legislatura.
En el Foro ABC, Solbes no confirmó, no obstante, que fuera a ser el número dos del PSOE por Madrid en las listas al Congreso de los Diputados. Se limitó a asegurar que en este punto estaba «a disposición del presidente», dando a entender que éste aún no había decidido en qué demarcación utilizarle. Sin embargo, a las 18.30 horas, el PSOE confirmaba oficialmente que Solbes ocuparía ese puesto por Madrid. La capital es un enclave difícil para los socialistas y Solbes es el miembro del Gobierno mejor valorado por los votantes del Partido Popular.
En las elecciones de 2004, el ministro alicantino concurrió por su provincia natal como cabeza de lista, pero para 2008, ese puesto ha quedado reservado al ministro de Sanidad, Bernat Soria.
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, calificó ayer a Solbes de «uno de los mejores valores del Gobierno».