Fue algo insólito y de cierto mal gusto político. Con Manuel Marín en la tribuna del Congreso, presidiendo un Pleno complicado -donde no se sabía si el PSOE podría levantar el veto del Senado en la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural-, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, presentó a José Bono como candidato socialista por Toledo y futuro presidente del Congreso de los Diputados si ganan las elecciones.
Manuel Marín, al ser preguntado, sólo dijo: «Yo ya no soy de este mundo». Y estuvo elegante.
Lo cierto es que el PSOE protagonizó ayer un hecho insólito en la historia democrática de este país: anunció su candidato a la Presidencia del Congreso antes de haber ganado las elecciones.
José Blanco lo justificó con una frase: «No es prepotencia, es transparencia». Y José Bono dijo que sólo hablaba en calidad de candidato del PSOE por Toledo, aunque no pudo evitar decir que quiere que el Congreso sea «la casa del respeto, no del insulto ni del grito».
Lo cierto es que la escenificación mediática del PSOE de una noticia ya conocida tuvo un éxito apabullante. Apenas había sillas libres en la sala de prensa socialista, y los dos pepes bordaron una actuación hecha de cara a la galería.
Bono agradeció la confianza del presidente del Gobierno y avanzó que trabajará por lograr para el PSOE una mayoría lo más amplia posible para el PSOE: «Y, si al final es una mayoría absoluta, no voy a lamentarlo».
El ex ministro de Zapatero justificó su vuelta a la primera línea política por la persistencia del presidente del Gobierno, pero negó que fuese un fichaje: «La ficha ya me la hice hace casi 40 años, y espero morir con el carné del Partido Socialista en el bolsillo».
Bono, además, entró en campaña ayer mismo y, al ser preguntado por si se considera un político que pueda hacer un guiño al centroderecha, contestó: «No me incomoda ser un político que concita el apoyo de socialistas y de votantes de derechas desengañados con el PP», afirmó. Y añadió: «A mí no me molesta poder obtener votos de la derecha, lo que no significa que yo sea de derechas».
El otro Pepe, también a su estilo, aseguró que el PSOE piensa casi adelantar el Gobierno antes de saber si gana las elecciones, para que los ciudadanos sepan con más claridad cuál va a ser su proyecto: «Ya sabemos el presidente del Congreso y el vicepresidente económico. Cuando haya tomadas más decisiones, se conocerán más nombres», dijo. El mensaje subliminal es que el PSOE no contempla otro escenario que el de ganar.
LA 'DESPEDIDA'
«Dimito porque la vida es más importante que la política y para dedicarme a mi familia» (7/4/06)
«No pienso presentarme a la Alcaldía de Madrid ni a otros inventos que han ido buscándome» (7/4/06)
«Mi dimisión es un punto de inflexión en mi vida que hoy percibo como definitivo» (8/4/06)
«Le dije al presidente que jamás me iría con un portazo» (8/4/06)
«Me voy porque quiero. Y, al irme, siento un profundo amor a España[...]. Mi última palabra, para España, y mi última orden, decid: '¡Viva España!'» (10/4/06)
«El partido sabe que yo quiero seguir en una segunda línea» (11/10/06)
«Decidí dejar la primera línea política hace unos meses, para dedicarme a mi familia, con la conformidad y el beneplácito de Zapatero. En ello estoy» (11/10/06)
Me agrada [la oferta de la candidatura a la Alcaldía de Madrid]. No me amargan los dulces. Me alegra que se acuerden de mí» (11/10/06)
«Miente quien diga que, ni por una sola vez, he podido aceptar una candidatura que no podía aceptar» (12/10/06)
[Con ironía] «Mi primo, el de U2, no para de pedírmelo [que vuelva a la política]» (28/7/07)
«Moriré con las botas de la política puestas y con el carné de socialista en el bolsillo» (7/10/07)
