Ayer, a la una y media del mediodía, la página web oficial del piloto, habitualmente inanimada, daba la exclusiva mundial: «Alonso, de vuelta a los orígenes». La frase se podía leer en el margen derecho, sin excesiva contundencia tipográfica. Una foto actual del piloto -pelo largo y sonrisa de vacaciones- daba paso al escueto comunicado. Es Renault, ya oficialmente, la escudería con la que competirá Fernando Alonso en 2008. La cuenta atrás finalizó en la mañana de ayer, tras jornadas de rumores ciertos, comentarios falsos, presuntas verdades y rotundas mentiras. El pasado viernes, en Mónaco, las partes se estrecharon la mano. Con el currículum libre de sanciones ante la FIA, tras la investigación por espionaje, la escudería del rombo buscó la firma del asturiano. Ahí se cerró el círculo, tras haber sopesado cuatro ofertas más, cada una con más inconvenientes que ventajas. La carrera la ganó Renault, a pesar de que el piloto y su entorno habían desprestigiado la propuesta, en público y en privado, semanas atrás. Sin embargo, siempre fue la primera opción, ya que conjungaba los frentes que exigía Alonso: competitividad, sistema de desarrollo del monoplaza y salario. «Todos conocemos la grandeza de Renault y el increíble palmarés que tiene. Conoce el camino de la victoria», decía ayer el protagonista.

Incluso en la noche del viernes, a los postres de la gala de la FIA, con el trato con Renault recién cerrado, una de las aspirantes hizo el último intento. Demasiado tarde, aunque la mareante cantidad rebosaba en el cheque. El nuevo contrato anuncia una relación de dos años, plenamente flexible con los deseos del español, con un objetivo claro. «Queríamos estar libres en 2010», aseguran desde su entorno. Alonso exigió a Renault una vinculación corta, que le permita dentro de un par de cursos empezar una nueva etapa.

Siempre ha manifestado la vía de una retirada temprana de la alta competición, pero la posibilidad de que el campeón español abandone los coches con apenas 28 años es descartable. Su interés estaría encaminado a un equipo de primer nivel, con el que podría tener ya apalabrado un futuro en común. EL MUNDO puede confirmar que en el último tramo de la pasada temporada, las conversaciones de los representantes del asturiano con enviados de Ferrari fueron muy intensas. Fernando Alonso, que firma hasta diciembre de 2009, se guarda la posibilidad de salir de Renault dentro de un año, si la próxima temporada no marcha a su gusto. También ha intentado cambiar algunos nombres y formas de trabajo, que le empujaron a escapar del equipo del rombo hace tan sólo un año. Su compañero será el joven brasileño Nelsinho Piquet, hijo del famoso tricampeón, y su salario será estratosférico, cercano a los 35 millones de euros. Su compañía de patrocinadores está todavía por definir, con la Mutua Madrileña muy interesada en seguir sus pasos, si consigue el divorcio con la empresa de Ron Dennis.

Alonso probará el nuevo coche de Renault, el R28, en los entrenamientos del próximo 22 de enero en Valencia, antes de acudir a París a la gran fiesta de presentación de la escudería el día 31. En diciembre, el español no podrá realizar ningún acto público con los franceses, debido a que su contrato con McLaren sigue vigente hasta final de año. Pero no se parará. Sus visitas a las fábricas de Renault, con sus apuntes de ingeniero en la cartera, serán secretas. Tiene prisa por ayudar a que su futuro coche sea de garantías. «Para 2008, Ferrari es favorito y nosotros tendremos que realizar un campeonato perfecto. Lo primero que tenemos que hacer es empezar a trabajar en invierno. El pasado año tuve un reto similar, y salió bien», recordaba ayer Alonso, confiado en sí mismo y con entusiasmo renovado.

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