Rabei Osman, de 36 años, respondió a las preguntas por escrito que sus abogados le presentaron en una prisión próxima a Milán, y expresó su agradecimiento al tribunal español que juzgó los atentados del 11 de marzo del 2004 y le absolvió de los delitos de los que se le acusaba, entre otros el de ser uno de los autores intelectuales de la matanza de 191 personas en los trenes de Madrid.

El Egipcio dijo que el sistema judicial italiano podría aprender mucho del de España. «Si el juez español hubiese encontrado alguna cosa contra mí, cualquier cosa que me hubiese implicado en la masacre del 11 de marzo, desde luego me habría condenado», manifestó El Egipcio, cuya absolución fue una de las mayores sorpresas de la sentencia.

«Doy las gracias a la Justicia española, que intentó averiguar la verdad, no como la italiana», añadió.

Rabei cumple en Milán una condena de ocho años por pertenencia a organización terrorista. Inicialmente, se le había condenado a 10 años como dirigente de una célula salafista internacional, pero el tribunal de apelación redujo la pena al entender que no tenía suficientes vínculos con los grupos de España y Bélgica para ser considerado un jefe.

Precisamente, el tribunal del 11-M justificó su absolución por el delito de pertenencia a banda armada en que ya había sido juzgado en Italia por los hechos de Madrid, en aplicación del principio non bis in ídem. La Fiscalía, no obstante, ha recurrido en casación al Supremo.

El Egipcio también se quejó de haber sufrido maltrato policial: «Los musulmanes, en Italia sobre todo, son huérfanos porque no hay nadie que nos defienda». «No sé cómo ha afrontado mi familia todo esto. No puedo hablar con ellos por teléfono porque no me dan permiso en la cárcel ni para hablar con mi madre, que es una mujer mayor y está enferma», manifestó, y precisó que tampoco ha podido enviar dinero.