Las dos principales empresas de embutidos y elaborados cárnicos de España: Campofrío y El Pozo también reconocen que aplicarán incrementos de sus productos con la llegada del nuevo año que rondarán el 10%.

Los productores llevan meses asumiendo descomunales aumentos de costes que todavía no han podido trasladar a la cadena de distribución. «Todo cuesta mucho más: el recibo energético se ha incrementado en más de un 6% y alimentar al ganado cuesta un 35% más que a principios de año», afirma José Palacios productor de porcino en Segovia.

El rally alcista de los cereales, con subidas que superan el 50%, ha provocado un incremento de más del 35% del precio de los piensos. El traslado de estos mayores costes, sin embargo, no es inmediato, ya que el ganado que actualmente se está destinando al consumo se ha alimentado sólo en los últimos meses con piensos caros. Pero los productores afirman que ya se tendrían que haberse producido los primeros incrementos. «Los ganaderos están sufriendo pérdidas de hasta 200 euros por cada animal sacrificado. No hay más remedio que aplicar alzas», asegura el gerente de la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac), Javier López.

Temor al consumidor

«Tendríamos que subir el precio del cordero en un 20%, para asumir el gran aumento de costes, entre un 30% y un 35% más, pero somos conscientes de que no podemos hacerlo, ya que provocaría una reacción negativa en los consumidores», explica Ignacio Méndez, director general de Copreca, la principal cooperativa ovina de España, quien apunta que la fórmula a seguir será ir aplicando, poco a poco, las alzas hasta situar el precio del cordero en las carnicerías en 16 euros el kilo, un 14% más que la cotización actual.

Pero los próximos repuntes de precios de los productos cárnicos amenazan con ser el inicio de una nueva oleada alcista en toda la cesta de la compra. Los futuros de las materias primas agrícolas han subido con fuerza en las últimas semanas y han alcanzado máximos históricos.

Así, si el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, achaca la culpa de que el IPC siga subiendo a que la gente que se pasa de la raya dando propinas por un café, sólo tiene que mirar una pantalla de ordenador con los precios de las materias primas y encontrará que el culpable del aumento de la inflación es la ley de la oferta y la demanda.

Por ejemplo, el precio del café alcanzó en octubre su máximo en 10 años debido al efecto combinado del aumento de la demanda en todo el mundo y una caída de la producción que la Organización Internacional del Café (ICO) estima que será del 17%, debido a las malas cosechas que se están regfistrando en Vietnam y Brasil. Y si alguien decide acompañar su café con una tostada, debe saber que está cometiendo un suicidio inflacionario: el precio del trigo en el mercado de materias primas de Chicago ha alcanzado su récord histórico y amenza con seguir subiendo.

El trigo y el café no son, ni de lejos, son las únicas materias primas agrícolas cuyos precios se han disparado. El arroz -un alimento fundamental para gran parte de la Humanidad- está en máximos históricos. El precio de la soja es el más alto en 34 años, y el del maíz, en su cota más alta desde 1996. Por ahora, todo indica que esos precios han llegado para quedarse.

Por un lado, está el hecho de que países como China e India están saliendo del subdesarrollo. Y, a medida que un país crece económicamente, su población empieza a consumir más lácteos y más carne.

Desvío energético

Hay más elementos. El más obvio es la crisis del petróleo. Estados Unidos, que produce el 29% del maíz del mundo, está destinando una parte cada vez más grande de su producción de maíz a la fabricación de etanol. Eso, a su vez, está disparando los precios de los piensos para el ganado hasta el punto de que en muchas áreas de EEUU los ganaderos dan a las vacas y cerdos barras de chocolate, patatas fritas y compuestos utilizados en la fabricación de chucherías porque son más baratos que los piensos tradicionales.

El Departamento de Agricultura estadounidense estima que en 2007 la cuarta parte de la producción de maíz se destinó a la producción energética, lo que ha provocado grandes distorsiones al alza en los mercados.

Por si eso fuera poco, el cultivo de maíz en EEUU se concentra en el Estado de Iowa, en el que arranca la campaña presidencial el 3 de enero, lo que hace que absolutamente ningún político vaya a cuestionar las monstruosas subvenciones que recibe la producción de etanol. Y lo que pasa en Iowa tiene una repercusión directa sobre el precio de la carne en España, que es el cuarto mayor importador de maíz estadounidense.