La Policía cree que la extradición del sirio Monzer Al Kassar a EEUU supondría un riesgo y un peligro para España y para los soldados de nuestro país desplazados en el Líbano. Así lo dice una «nota informativa» elaborada por uno de los miembros del servicio de información de este Cuerpo.
Al Kassar colabora con los servicios de información españoles y está acusado por EEUU de participar en una venta de armas para atentar contra ciudadanos norteamericanos. Fue detenido en España el 7 de junio y la Audiencia Nacional dio el visto bueno a su extradición. Pero el jefe de los espías sirios ha enviado una carta al director del CNI advirtiéndole: «Si creéis que vamos a dejar pasar de largo la afrenta que esbirros norteamericanos han cometido contra nuestro hermano no nos conocéis de verdad, ni sois hermanos del pueblo sirio».
En la citada «nota informativa» policial, a la que ha tenido acceso este periódico, se describen y detallan los fuertes comentarios y las sutiles amenazas lanzadas por el general Assef Schawkat, jefe del servicio secreto militar sirio, contra el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y contra el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz.
Este informe, que data de finales del pasado mes de julio y consta de seis folios, está dirigido al Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía, Miguel Angel Fernández-Chico. En él se hace un repaso exhaustivo y detallado del caso de Monzer Al Kassar desde que fue detenido en el aeropuerto madrileño de Barajas, el pasado 7 de junio, hasta el momento actual.
La decisión final sobre la extradición, ya concedida por la Audiencia Nacional, será tomada, previsiblemente, en el último Consejo de Ministros del año, que se celebrará el próximo día 28.
En esta nota informativa se indica que la información procede de los servicios secretos sirios y del CNI.
También se destaca que este militar sirio envió una carta al director de los servicios de inteligencia españoles que iba encabezada con un «Querido Alberto», según han confirmado a EL MUNDO fuentes de los servicios de información de la Policía.
El jefe sirio recuerda a Alberto Saiz que tiene la palabra del ministro Moratinos de que España no va a entregar a Al Kassar a EEUU. Y plantea la siguiente cuestión, si no se cumple esta promesa: «Qué respeto merece un país que no cumple la palabra dada a otro país amigo».
En la carta se hacían comentarios del siguiente tenor: «Si creéis que vamos a dejar pasar de largo la afrenta que esbirros americanos, delincuentes a sueldo, han cometido contra nuestro hermano Amonawa [se refiere a Monzer Al Kassar], creo que no nos conocéis de verdad, ni sois hermanos del pueblo sirio».
Confianza en la Justicia
Según la «nota informativa» policial, la conversación entre el general Schawkat y el ministro Moratinos fue bastante tensa. El primero recordó al ministro, con ironía, que la protección que estaban recibiendo las tropas españolas desplazadas en el Líbano no era obra de los norteamericanos y que esa ayuda podía desaparecer en cualquier momento.
Las autoridades sirias, por medio de su jefe del servicio militar, han pedido a Moratinos y a Alberto Saiz que, si consideran que Monzer Al Kassar ha cometido algún delito, sea juzgado en España. Se dice claramente: «Nosotros confiamos en vuestros jueces».
La «nota informativa» policial también recoge que el general Schawkat sugirió a las autoridades españolas: «Si dudáis, entregádnoslo a nosotros, que lo juzgaremos con mayor dureza que nadie». El jefe sirio concluye su razonamiento sobre Monzer Al Kassar, la Justicia y la extradición de la siguiente manera: «Si de verdad cometió algún delito».
EL MUNDO ha podido saber, tanto de fuentes de los servicios de información policiales como del propio CNI, que el director Alberto Saiz respondió a la misiva del general Schawkat y que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue informado puntualmente de los comentarios del jefe sirio.
En este documento se denuncia o se descubre el modo de trabajar de la DEA (la agencia antidroga estadounidense) y se recuerda que los agentes estadounidenses suelen utilizar habitualmente a delincuentes para llevar a cabo los «delitos provocados».
Y, sobre este asunto, termina recordando que los agentes de EEUU le ofrecieron a Al Kassar que colaborara con ellos y que éste se negó diciendo: «Yo sólo trabajo con España».
La historia de un «delito provocado» por la DEA
A. RUBIO
MADRID.- Todo comenzó el pasado 7 de junio en el aeropuerto de Barajas (Madrid), cuando fue detenido Monzer Al Kassar, un sirio residente en España desde 1980 y colaborador de los servicios de información españoles. La DEA (la agencia antidroga estadounidense) le acusaba de participar en una venta de armas a la guerrilla colombiana, las FARC, para atentar contra súbditos norteamericanos y, por esa razón, pedía su extradición a EEUU.
Y todo acabará, probablemente, el próximo día 28. El Consejo de Ministros, después de que la Audiencia Nacional haya dado el visto bueno para la extradición de Al Kassar a EEUU, tiene la última palabra y tendrá que decidir sobre la extradición del presunto traficante de armas.
Entre abril y mayo de este año, Al Kassar recibió una oferta de unos hipotéticos representantes del Gobierno de Nicaragua para adquirir armas en la fábrica oficial de Rumanía con destino a las Fuerzas de Seguridad de ese país sudamericano.
La transacción, con el certificado de destino final del Gobierno de Nicaragua, se puso en marcha, pero finalmente se destapó que todo era una trampa para detener a Al Kassar y que los supuestos representantes del Gobierno sudamericano eran unos colaboradores de la DEA.
Al Kassar y su defensa, el letrado José Luis Sanz Arribas, han mantenido durante todo el proceso que esa operación era un «delito provocado» por parte de la DEA en territorio español y que, por tanto, no se daba «el principio de doble incriminación que deben cumplir las extradiciones».
El pasado 4 de octubre tuvo lugar ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la vista de la extradición de Al Kassar a EEUU. La Sala resolvió, finalmente, dar la razón a la Justicia norteamericana y acepta la extradición del colaborador de los servicios de información españoles.
Voto particular
En esa resolución se produjo un voto particular de uno de los magistrados que componían la Sala, el de Teresa Palacios. La juez argumentó en su deliberación que «estamos en presencia de un delito provocado» y recordó que los inductores eran los agentes de la DEA.
Ante esa resolución, el abogado de Al Kassar presentó, inmediatamente, un recurso de súplica y el pasado día 13 el Pleno, tras más de una semana de deliberaciones, resolvió confirmar la decisión de la Sección Cuarta y, por lo tanto, ratificar la extradición. Javier Gómez Bermúdez, presidente del Pleno de la Sala de lo Penal, emitió un voto particular de disconformidad y coincidió con los planteamientos de la juez Palacios.
