Madrid
El explosivo encontrado en la furgoneta abandonada por los terroristas del 11-M y la muestra patrón de Goma 2 ECO entregada por los Tedax para hacer una comparativa provenían del mismo cartucho o, al menos, habían estado almacenados juntos antes del atentado. Ésa es una de las conclusiones a las que llega el experto químico Antonio Iglesias, que participó en la pericial ordenada por el tribunal del 11-M y que ha elaborado un macroinforme tras revisar todos los análisis sobre los explosivos.
El experto químico llega a esa conclusión basándose en dos datos esenciales. El primero, la aparición en ambas muestras de explosivo de una misma sustancia llamada metenamina, ajena a la composición original de la Goma 2 ECO pero presente en algunos explosivos de tipo militar. El segundo, la similitud de los gránulos de almidón que aparecen tras someter las muestras a una técnica analítica concreta (microscopia óptica y tinción). La huella que dejan es tan parecida que sólo puede explicarse por el origen común de ambos explosivos.
La consecuencia de todo ello, de acuerdo con el informe Iglesias, es «que el resto de explosivo encontrado en la Kangoo, según la versión oficial, y la muestra patrón [...] o provenían del mismo cartucho o, al menos, habían estado juntas almacenadas en el mismo recinto», y que en este lugar de almacenamiento había metenamina.
Cualquiera de las dos hipótesis planteadas por el experto supone anular la credibilidad del hallazgo que dio un vuelco a la investigación, ya que sitúa el origen del explosivo de la Kangoo en los almacenes de la unidad dirigida entonces por el comisario Juan Jesús Manzano. En las primeras horas tras el atentado, el hecho de que el explosivo fuera Goma 2 restó credibilidad a la tesis de la autoría etarra y encarriló la investigación hacia el terreno islamista.
Así lo expone Iglesias en su informe: «Se comprende fácilmente que admitir cualquiera de estas dos posibilidades comprometía la autenticidad del sumario y/o la actuación de los Tedax. [...] El que las muestras M-2 [restos de la Kangoo] y M-3 [muestra patrón] pudieran haber estado juntas o proceder del mismo cartucho apuntaría claramente a la falsedad de la prueba del resto de cartucho aparecido según la versión oficial en la furgoneta Kangoo».
El día 11 de marzo de 2004, la Policía Científica analizó dos muestras de explosivo. Una correspondía a lo encontrado en la Renault Kangoo abandonada por la célula terrorista junto a la estación de Alcalá de Henares. Eran 3,221 gramos de una sustancia blanquecina adherida al extremo de un cartucho, identificada como muestra M-2. La otra eran algo más de 100 gramos de una muestra patrón de Goma 2 ECO aportada directamente por los Tedax con el objetivo de compararla con la primera e identificada como muestra M-3.
El análisis ofreció un resultado idéntico en ambas muestras. Idéntico hasta en lo que no debía serlo. Aparecieron los elementos propios de la Goma 2 ECO (nitrocelulosa, nitroglicol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo, carbonato cálcico), pero también, y en ambas muestras de origen supuestamente diferente, un componente ajeno, la metenamina.
De acuerdo con el informe, el peligro que la metenamina suponía para la versión oficial llevó a la Guardia Civil a esforzarse por «justificar» su aparición. En primer lugar, se pensó «razonablemente» que podía haberse producido una contaminación en la fábrica. Sin embargo, Unión Española de Explosivos informó de que no usaba la metenamina y facilitó al Instituto Armado muestras de todas sus materias primas para que ellos mismos lo comprobaran.
Descartada esa posibilidad, las Fuerzas de Seguridad sometieron la Goma 2 a múltiples pruebas hasta que concluyeron que «la combinación de algunos componentes que constituyen el explosivo, utilizando metanol como medio de reacción, da lugar en el cromatógrafo de gases a la metenamina». Es decir, que la metenamina no formaba parte de las muestras, sino que se generó al analizarlas.
Iglesias mantiene que, pese al «claro empeño» que pusieron en ello, ni el policía que dirigió la pericial ordenada por la Audiencia Nacional ni los agentes de la Guardia Civil que participaron en ella lograron demostrar que eso fuera así. Además de exponer numerosas objeciones técnicas a la explicación, recuerda que «no consta, a día de hoy, la existencia de ninguna publicación científica que avale» la teoría mantenida durante el juicio por la Fiscalía.
Y añade que incluso esa versión oficial, correctamente interpretada, reforzaría el origen común de las dos muestras de explosivo. «Si admitiéramos, sólo a efectos dialécticos, que la metenamina se forma a partir de nitrato amónico, el hecho de que no se forme siempre y sí precisamente con las citadas muestras números 2 y 3 sugeriría que esas dos muestras llevan en su composición un mismo tipo de nitrato amónico, lo que supondría un indicio -uno más- de que provendrían del mismo cartucho».
Pese a que las Fuerzas de Seguridad restaron importancia a la aparición de la metenamina, lo cierto es que entre sus usos se encuentra la de servir de materia prima para la fabricación de explosivos de tipo militar RDX (exógeno, ciclonita, T4). Por ello, Iglesias considera como tesis más plausible para explicar la aparición de la metenamina que las dos muestras hubieran estado «en contacto probablemente con el explosivo RDX del cual, como hemos visto, es su precursor o materia prima para su fabricación. Independientemente de que este explosivo fuera utilizado o no en la voladura de los trenes».
La misma huella
La imagen de la izquierda corresponde al explosivo hallado en la furgoneta Kangoo tras someterlo a una técnica analítica para teñir los gránulos de almidón que contiene y observarlo al microscopio. La imagen central pertenece a la muestra patrón de Goma 2 ECO. «Los granos de almidón presentan un aspecto muy similar» a los de la muestra anterior, afirma Iglesias, que lo explica por el origen común de ambas muestras. Como contraste, el informe incorpora (imagen derecha) el resultado de practicar la misma técnica a otro explosivo del 11-M. «Nótese la diferencia de tamaño de los gránulos de almidón teñidos», observa el experto.
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Especial:
11-M, masacre en Madrid.