EL MUNDO pudo saber ayer que Ghalyoun permanecía encarcelado en la comisaría de Pontevedra a la espera de ser repatriado a Siria.

Un inspector de la comisaría avisó a última hora de la tarde a la familia de Ghalyoun de que la expulsión se produciría de manera inmediata en el primer vuelo disponible y que, hasta entonces, no se les permitiría contactar con el detenido.

El abogado de Ghalyoun, José Luis Abascal, confirmó ayer que su defendido permanecía retenido a la espera de ser trasladado a la sede del Centro de Internamiento de Extranjeros en Madrid.

El letrado quiso resaltar «el respeto que demuestra el Ministerio de Interior frente a las sentencias del Tribunal Supremo» con esta detención y cómo la Policía estaba preparada «para quitar la libertad» de su cliente, una vez que éste la había recobrado.

Ghalyoun llegó a España con un visado de estudiante y, cuando fue detenido por la Policía por su supuesta relación con los atentados del 11 de Marzo, estaba en trámites para la renovación de su tarjeta de estudiante, según confirmó su familia a EL MUNDO.

Estas fuentes justificaron también el viaje a San Sebastián que realizó Ghalyoun a principios del 2004. Según la familia, el ciudadano sirio se trasladó al País Vasco para renovar su tarjeta de estudiante y firmar un contrato de trabajo con una ferretería.

La detención de Ghalyoun, según la familia del ciudadano sirio, le impidió renovar sus permisos para residir de forma legal en España.

Ghalyoun fue detenido junto al ciudadano marroquí Fouad el Morabit, que ha sido condenado a 12 años de cárcel por pertenencia a banda armada y que permanecía hasta ayer en la cárcel de A Lama (Pontevedra). Ayer, fuentes policiales indicaron que la orden de expulsión existía desde antes de su detención tras el 11 de Marzo.