MADRID.- El procesado por integración en organización terrorista Saed el Harrak ha reconocido que pasó el día 7 de marzo de 2004 con Abdennabi Kounjaa, presunto autor material de los atentados que se suicidó posteriormente en Leganés, un detalle que había negado en su declaración policial. Trabajaron juntos en la localidad toledana de Bargas
Alega que entonces, cuando fue detenido, no quiso reconocerlo por miedo a ser encarcelado. Decidió negarlo "todo" porque "no quería saber nada de nadie" y porque en esa época su esposa estaba embarazada. Ahora, dice, quiere "contarlo todo".
Aquel día, sostiene que Kounjaa hizo varias llamadas desde su teléfono porque no tenía. Sin embargo, ese día también quedaron registradas desde el teléfono de Kounjaa. El registro de llamadas telefónicas vuelve a servir para acorralar a un procesado.
El Harrak ha negado conocer a otro suicida y presunto autor material Mohamed Oulad Akcha. Ha dicho que de los hermanos Oulad Akcha sólo conoció a uno de ellos, Rachid. Sin embargo, hay varias llamadas realizadas y recibidas en su teléfono a esta persona. El acusado ha argumentado que pudo llamarle para preguntarle por Kounjaa.
Preguntado por otros contactos telefónicos, ha respondido, nervioso, que no se acuerda y ha pedido sacar los papeles que lleva preparados para ayudarle en las respuestas.
El interrogatorio a Saed el Harrak comenzó directamente por la principal prueba contra él. En la bolsa en la que tenía su ropa de trabajo la policía encontró una carta de Abdenabi Kounjaa que resultó ser su testamento y despedida de su familia (escrito de acusación páginas 84-86). [Vea el documento].
El hallazgo fue en junio de 2004. ¿Estuvo esa carta metida en la bolsa tres meses? El acusado sostiene: "A mí no me entregó ninguna carta. A lo mejor la puso allí pensando que algún día yo iba a ver un día esa carta, la iba a leer y se la iba a entregar a mi familia".
El Harrak y Kounjaa trabajaban juntos en aquellos días de marzo y el acusado siempre dejaba la bolsa de trabajo en el coche los fines de semana, por lo que señala que pudo meter la carta en su bolsa sin que él se diera cuenta. En cualquier caso, "si lo hubiera visto -explica- cómo me iba a quedar con ella. La habría quemado porque una carta así suponía un peligro".
La última vez que El Harrak vio a Kounjaa fue la noche del 10 de marzo, ya que acudió a casa del procesado a devolverle una caja de herramientas. Previamente, ese día, lo había llamado varias veces pidiendo que se las devolviera. Entonces, asegura, no le dio ninguna carta. Se enteró de que su amigo participó en los atentados cuando lo salió en los medios de comunicación, según ha afirmado.
Con él, ha asegurado no hablaba de la 'yihad' y no sabía de sus ideas al respecto ni de sus intenciones.
En el piso de Leganés, tras la explosión, también fue encontrado el contrato de compraventa de un coche que había pertenecido a la cuñada de Kounjaa.
Preguntado por los atentados, ha respondido que, igual que no quiere que le hagan nada a su familia, tampoco se lo haría a nadie. "Este país me abrió la puerta, me dio trabajo, aquí tengo todo, aquí vivo mejor que en mi país", ha señalado.
Sin embargo, Larbi ben Sellam ha negado conocer a 'Mohamed El Egipcio' y asegura que sólo conoce a su hermano, con el que vivió. Tampoco dice haber tenido contacto con los hermanos Oulad Akcha y con Abdenabi Kounjaa, presuntos autores materiales de los atentados que se suicidaron posteriormente en Leganés, pese a que un testigo protegido declaró que los mencionados habían ido a buscar a Larbi al mercado de Alonso Cano, donde trabajaba. [Crónica de su interrogatorio].
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