Iván Granados presta declaración. (Foto: LaOtra)
MADRID.- Es la primera vez en el juicio del 11-M que uno de los procesados no se desvincula de los hechos que se juzgan y, además, incrimina a otro de los procesados. Iván Granados, 'El Piraña', amigo de Emilio Suárez Trashorras en 2003, ha admitido ante el tribunal que éste le dijo la noche del 23 de enero de 2004 "que si quería transportar una bolsa con explosivos".
Asegura que él le dijo que no y Trashorras contestó que se lo propondría al menor Gabriel Montoya 'El Gitanillo'. Desde entonces, el ex minero dejó de hablar a Iván Granados.
Pero este procesado ha declarado aún más cosas: "Gabriel Montoya me dijo que iba a transportar una mochila con explosivos". Fue a Madrid y "le dio la bolsa a un moro". Asegura que él trató de disuadir al menor, pero que no lo consiguió. Además, 'El Gitanillo', también conocido como 'Baby', le contó que "vinieron unos marroquíes a ver a Emilio" y que "había acompañado a unos moros a la mina".
Aquella noche del 23 de enero, antes de la oferta que Emilio le hizo, fueron juntos en coche a un mirador. Era de noche. Emilio se bajó del coche y se fue con alguien (no sabe quién) camino abajo. Después, cuando volvió es cuando le propuso transportar explosivos.
Iván Granados ha asegurado que nunca ha hecho ningún viaje con explosivos y que puede que la investigación le haya confundido con otro Iván que, según la fiscalía, sí transportó explosivos a Madrid, Iván Reis Palicio.
Concluida la primera fase del juicio basada en el interrogatorio a los procesados por los atentados, el tribunal ha dado comienzo a la fase testifical.
El primero de los 682 testigos que prestará declaración es el funcionario de la Unidad Central de Información Exterior, instructor jefe número 18.403. Como testigo protegido, comparece oculto tras una cortina. Sólo los acusados encarcelados pueden verlo.
La misma medida puede tomarse a partir de ahora con el resto de agentes de polícía.
En adelante, testificarán otros tres inspectores de la UCIE; el quinto será un analista del Real Instituto Elcano; después, dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Pero todo esto ya será la semana que viene.
Esta nueva etapa traerá momentos duros para las víctimas, según los psicólogos, ya que después de la fase de enfrentarse a los rostros y las voces de los presuntos responsables de la masacre, ahora queda otra, más dura, que consiste en enfrentarse al relato de los hechos que tuvieron lugar el 11 de marzo de 2004.
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