Una mujer le sitúa, sin
ninguna duda, bajándose del primer convoy que salió de Alcalá
de Henares a las 7.05 en la estación inmediatamente anterior a Atocha.
Un hombre le vio con un protector nasal en el que había salido de Alcalá
a las 7.10 y estalló en El Pozo. Dos compañeras de trabajo aseguran
que viajaba en el que partió a las 7.15 e hizo explosión en Santa
Eugenia.
Es
el empate infinito: el PP asegura que la concesión a José Ignacio
de Juana Chaos es parte de una «cadena de cesiones» al chantaje de
ETA y «una humillación ante el terrorista más repulsivo»,
y, según el Gobierno, es el ejercicio de sus atribuciones de política
penitenciaria, para evitar, al menos, una muerte y al margen de cualquier proceso
de paz.